Jamón cortado a mano

Jamones Ibéricos
Te descubro las excelentes virtudes del jamón loncheado a mano frente al nefasto corte del jamón con máquina cortadora.
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5/7/2020 - Un buen jamón nunca debes cortarlo a máquina, debes lonchearlo a mano aunque no tengas destreza para ello, más vale una viruta de jamón cortada a mano que una cortada preciosa con cortador de fiambres. Ten en cuenta que el cuchillo va penetrando lentamente en el jamón embadurnando la grasa con el magro del jamón. Una característica que un cortador eléctrico no puede conseguir debido a la velocidad de RPM ―revoluciones por minuto― y por consiguiente a la temperatura que adquiere la cuchilla que quema la grasa templando la cortada de jamón.
La importancia del jamón cortado a mano
En cuanto a la silueta, según la Guía Repsol, un buen jamón debe tener un perfil donde predomine la estrechez frente a la anchura. Así sabremos que es un jamón de calidad.
En cuanto a los aromas, es complicado diferenciarlos si no tenemos previamente el olfato educado. Sin embargo y si prestamos atención, podremos apreciar e identificar olores que nos recuerden a frutos secos, trufa, madera y hasta pan tostado.
El jamón loncheado puede quedar menos atractivo en plato, pero es más sabroso
El jamón loncheado a mano tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y uno de ellos es que, aunque puede resultar menos atractivo en plato comparado con una presentación tradicional cortada a máquina, sin duda es más sabroso.
Esto se debe a que las virutas cortadas con cuchillo a mano son muy finas y desiguales, lo que facilita que el jamón se funda en la boca y libere mejor sus aromas y matices. Además, al cortarlo recientemente a mano, se conserva de forma más controlada, lo que permite mantener su sabor en buenas condiciones hasta llegar a la mesa.
Por supuesto, el jamón pierde parte del encanto visual y artesanal con el corte manual, pero gana en intensidad de sabor por cada bocado. Es una opción práctica y efectiva, sobre todo si buscas disfrutar del jamón en todos los aspectos. Lo ideal: buena calidad y lonchas finas, aunque no te luzca tanto en la mesa.
El jamón cortado a mano es más caro, pero sin duda aporta mayor riqueza gastronómica
El jamón cortado a mano es más caro, y con razón: requiere tiempo, destreza y experiencia por parte del cortador. Pero ese coste adicional se traduce en una experiencia gastronómica superior. El corte a cuchillo permite adaptar el grosor y la dirección del corte según la parte del jamón, respetando la fibra natural de la carne y favoreciendo que el jamón libere todos sus aromas y matices.
Cada loncha, cortada con cuidado, presenta una textura más natural y una mayor diversidad de sabores, algo que la máquina, con sus cortes fríos y uniformes, no puede reproducir. Además, el cuchillo no calienta la pieza, a diferencia de algunas cortadoras eléctricas, que pueden alterar ligeramente el sabor al subir la temperatura del jamón.
En definitiva, pagar un poco más por un corte manual no es un lujo innecesario, sino una forma de honrar el producto y disfrutarlo en toda su plenitud.
Recomendamos:
Secadero de jamones en Pórtugos -- El gran mérito de este secadero es que el fundador, Diego Martín, supo encumbrar la empresa a lo más alto y fue un referente en toda la comarca en los años noventa. En la actualidad le han salido muchos competidores que le han superado en calidad y precio, no obstante conviene recordar que fue de los primeros que aconsejaban lonchear el jamón siempre a mano.
2205 - El sabor y aroma marcan la diferencia. El jamón de La Alpujarra se caracteriza por su sabor intenso, ligeramente salado y con un toque dulce. Su aroma es sutil y persistente.
♦ Unos datos curiosos ►
Las costumbres gastronómicas evolucionan con el tiempo, y el jamón no es una excepción. Hace años, servirlo a taquitos era símbolo de opulencia y buen gusto; se valoraba más la cantidad visible en el plato que la sutileza del sabor. Era una presentación contundente, vistosa, que llenaba la mesa y el ojo del comensal. Sin embargo, hoy en día hemos progresado en cultura gastronómica y se busca más la calidad sensorial que el impacto visual.
El jamón cortado en virutas finas o lonchas casi transparentes permite apreciar mejor su textura, aroma y matices de sabor, ofreciendo una experiencia más refinada al paladar. Aunque estas finas lonchas no luzcan tanto como los taquitos en un plato, los verdaderos amantes del jamón saben que el placer está en el bocado, no en la foto. Es un ejemplo claro de cómo la tradición se transforma cuando evoluciona el gusto y el conocimiento.